Todo nuestro ser vive en un constante estado de renovación. Nuestra piel, aun si no lo percibimos, se desprende constantemente y otra nueva piel ocupa el lugar de la que ya se fue. Las células de nuestro organismo conservan un ciclo imperturbable de perpetuo desarrollo. Nacen nuevas células y vienen a reemplazar las células muertas que eliminamos a través del sudor, la orina y heces, de ahí la importancia de; consumir abundante líquido diariamente, realizar una rutina de ejercicios al menos cuatro o cinco veces por semana, alimentarnos adecuadamente y tener un descanso apropiado. Estos factores contribuirán a que las funciones propias de nuestro metabolismo ocurran de manera normal y podamos verdaderamente ser personas nuevas cada día.
Sabiendo esto, que somos nuevas criaturas todos los días, no tenemos excusas de renunciar a hacer las cosas que sentimos deseos de llevar a cabo. Por supuesto, si eres un ser nuevo, con nuevas energías, es normal y natural que sientas una renovación interna de emprender nuevas metas y concluir aquellos proyectos que hace rato iniciaste, pero que has detenido por una "supuesta" falta de inspiración personal. Realmente no hay excusas. Vive este día con toda tu energía: aliméntate adecuadamente, hidrata tu cuerpo, descansa cuanto necesites y mantén siempre la confianza en que puedes lograr todo lo que te propongas… ¡Voy a ti!